ETAPA XII Y ÚLTIMA VILLAMAIOR - SANTIAGO

Sábado 9 de Mayo de 2009

Etapa; 8,2 Km.

Hoy, si Dios quiere, por fin llegaremos a nuestro destino, la etapa es corta y ayer a pesar de la larga jornada pudimos descansar mucho.

No madrugamos y tras desayunar iniciamos nuestro último día de Camino a las 8:40 H., el cielo está nublado y amenaza lluvia. No nos podemos creer que no nos haya llovido ningún día, realmente parece un milagro del Santo.


A las 9:20 pasamos por la Rua San Marcos de Monte de Gozo, antes hemos pasado las instalaciones de TV,

paramos a hacer cuatro fotos en el monumento conmemorativo de la visita del Papa,

allí hay un grupo de alemanes que hemos ido encontrando a lo largo del camino, les llevan las mochilas en un autocar, que además les va esperando en sitios estratégicos, aquí por ejemplo les tiene preparadas unas mesas con pastas y bebidas, ¡así cualquiera!, todos están muy contentos pues están a tiro de piedra de conseguir su objetivo.

Seguimos andando, hoy la ruta no es bonita, vamos por un andadero pegado a la carretera. Pasado Monte de Gozo aún nos quedan cinco kilómetros, algunos de ellos ya entrando en la población. Me han dicho que el final parece no acabarse nunca, en las primeras calles de Santiago nos encontramos con el catalán y los de Extremadura, hacía días que no coincidíamos y nos llevamos una gran alegría, vamos un rato con ellos intercambiando anécdotas, luego ellos se paran en un bar a tomar el último café.

A los cien metros nos sale al paso el francés de la región de Cognac, que viene desde Saint Jean Pied de Port, está contento de encontrarnos pues sólo habla francés y al ir solo no puede compartir experiencias. Nos dice algo que me da que pensar. Él venía a Santiago para pedirle algo al Santo y a lo largo del Camino se ha dado cuenta de que tiene una buena familia, salud para poder hacer el Camino con sus setenta y pico años y una pensión “ridicule”, que le permite vivir decorosamente. “Mon Dieu”, sería un pecado pedirle algo al Santo, ahora le daré el abrazo y las gracias por ser tan afortunado.

Ya se ven las torres de la catedral,¡estamos en Santiago!


Vamos dando nuestros últimos pasos hasta la plaza del Obradoiro nos detenemos a descansar y a contemplar el Pórtico de la Gloria.

Son las 11:15 H. vamos cargados con la mochila, si nos damos prisa podemos ir al Albergue descargarnos y volver a las 12:00 para la Misa de Peregrinos.

Eso hacemos, pero yo al querer reanudar la marcha noto un dolor tremendo en la pierna. ¡increíble! Apenas puedo andar, tengo el tobillo y el pié muy hinchados, no me había dado cuenta, pero tiramos para delante, yo sigo a mi marido como puedo, nos dirigimos al Albergue del Seminario Menor de Belvís; como aún no podemos entrar dejamos las mochilas en una taquilla y regresamos a la catedral, yo sigo renqueando, ¡Dios como me duele la pierna”.

Llegamos a la catedral a las doce menos diez y ya no nos podemos sentar, la iglesia está abarrotada.

Es muy emocionante ver a tanta gente de diferentes países, feliz por haber cumplido su objetivo. En el momento de darse la paz, son muchos los que no pueden contener las lágrimas,

la ceremonia es muy bonita y termina como no con el vuelo del botafumeiro.
Damos el abrazo al Santo, me acuerdo del peregrino francés, ¡cuanta razón tiene!
Vamos a buscar la Compostela a la Oficina del Peregrino. Hay poca gente y aún así hemos de hacer más de media hora de cola, Tengo la pierna hecha polvo, creo que si hoy tuviera que hacer una etapa normal, me sería imposible (¿será otro milagro del Santo, el hecho de que este contratiempo me haya ocurrido ya ante el Pórtico de la Gloria?)
Después de comer vamos en autobús al hospital para que me quiten los puntos del párpado, comento lo de la pierna, me hacen una radiografía y me dicen que tengo una rotura fibrilar que se arreglará con reposo y la misma medicación que tomó mi marido. Entre pitos y flautas han pasado dos horas.

Regresamos al Albergue y nos instalamos en la habitación que nos han adjudicado, tiene únicamente cinco camas, las demás por las que hemos pasado eran mucho más grande como para unas veinte personas cada una. Es muy luminosa y limpia, y la compartimos con tres alemanes.
A las seis y media salimos para encontrarnos con unos amigos que han venido a buscarnos a Santiago, con los que haremos una pequeña ruta por Galicia, esta vez “en coche” y con los que regresaremos a Barcelona.

Damos una vuelta por Santiago, donde ya lleva un par de horas lloviendo y luego cenamos a

base de riquísimas tapas en un bar de la calle Franco y por supuesto brindamos por el final de Nuestro Camino.


A las 10:00 regresamos al Albergue. (En este Albergue se puede pernoctar un máximo de dos noches).

Pasamos bajo los soportales, el reflejo de las farolas sobre el pavimento mojado, convierte a mis ojos las calles en aquellas que tan bien describía Pérez Lugín en su novela “La casa de la Troya”.
A la mañana siguiente sin prisa a las 8:30H. dejamos el último Albergue del Camino.
Nuestro Camino ha terminado,

... pero en alguna parte he leído esta frase:

"El Camino no termina en Santiago, en realidad es ahí donde empieza"

Coste del Albergue: 10 Euros

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Hoy: Abrevaderos, fuentes, lavaderos... del Camino.

Ya desde la Edad Media en que el Camino empezó a tomar auge, se cuidaron mucho las infraestructuras, como ya he explicado se construyeron puentes de piedra para facilitar el cruce de los ríos, hospitales para atender a los peregrinos que enfermaban, albergues para acogerlos, pero dado que las únicas formas de hacerlo eran a pie y a caballo, se construyeron también fuentes y abrevaderos para que unos y otros pudieran saciar su sed, la mayoría eran de piedra y muchos de ellos han llegado hasta nuestros días.

Posteriormente se han ido construyendo otras fuentes de acuerdo con las corrientes de cada época, en cualquier caso yo llevo siempre agua de botella, ya se, ya se, que el agua de las fuentes es buena, si no dice lo contrario, pero ya os comenté que he encontrado a más de un peregrino con serios problemas estomacales, por lo que siempre es mejor prevenir que...