domingo, 25 de octubre de 2009

ETAPA II RABANAL DEL CAMINO - MOLINASECA

Miércoles 29 de Abril


Etapa: 24,7Km.

Nos levantamos a las 6:20H., tras desayunar comenzamos la etapa saliendo a las 7:15H., mientras subimos por la Calle Real apagan las luces del pueblo, está amaneciendo, no hace tanto frío como ayer, ni viento.


El primer pueblo que atravesamos es Foncebadón asentado en la ladera del Monte Irago y último pueblo maragato.

A nuestro paso está envuelto en una espesa niebla, me separo un momento de mi marido para


hacer la foto de una bonita palloza. Cuando regreso no lo veo, pero entiendo que ha debido subir por la calle del pueblo. En lo que alcanza mi vista (unos diez metros) no lo distingo, sigo subiendo casi hasta la salida del pueblo, nada ni rastro, vuelvo hacia abajo, tal vez no le haya entendido y haya entrado en un bar que he dejado atrás, dentro algunos peregrinos están desayunando, pero de mi marido nada, salgo al camino y lo llamo por el móvil, ¡vaya no hay cobertura!, otra vez para arriba, al final lo veo bajando, me había estado esperando en la misma salida del pueblo, total hemos perdido media hora y gastado energías, eso es lo peor, ¡dichosa niebla!.
Cuando llevamos dos horas y media caminando y subiendo paramos en algo parecido a un

refugio donde ofrecen café caliente y galletas Marías a los peregrinos, es muy de agradecer pues el descanso en nuestra marcha a través de la espesa niebla es muy reconfortante.

Reanudamos la subida, pronto nos encontraremos con la Cruz de Ferro, allí los peregrinos arrojan una piedra de su lugar de origen y piden un deseo. Se trata del cruceiro más sencillo y más celebre del Camino, allí dejamos la tierra maragata para entrar en El Bierzo,


bajamos hasta el pueblo de Manjarín, pero no nos hacemos ilusiones aún tendremos que continuar ascendiendo hasta el Cerro de las Antenas, escudriñamos constantemente el paisaje esperando verlas pero la intensa niebla nos lo impide, a las 10:40H. empieza la ansiada bajada.

Nos han prevenido en el Albergue que es mucho peor la bajada que la subida, ¡noooo!, dije yo, siempre mejor bajar que subir, pero es que no sabía el pedregal que nos esperaba, no es por desanimar pero es de las bajadas más duras que he hecho en mi vida, mil metros de desnivel en aproximadamente quince kilómetros, no quiero ni pensar que la lluvia, que nos ha estado amenazando toda la etapa, se hubiera decidido a caer. Si ya de por si la bajada es un destroza rodillas, con el suelo mojado se podía convertir casi en impracticable.


Llevamos un buen ritmo, entramos en El Acebo por su pintoresca Calle Real, para en el mesón del mismo nombre tomarnos otro café, allí la mesonera nos explica que ellos no son ni leoneses, ni gallegos, ellos son bierzanos. Charlamos con otros peregrinos, algunos con problemas de rodillas, y seguimos nuestro descenso,


pero antes nos detenemos para fotografiar alguna de las típicas casas bierzanas
a la salida de este pueblo junto al cementerio sobre una roca hay un monumento a un peregrino alemán fallecido en accidente de bicicleta.

Seguiremos el Camino pasando por Riego de Ambrós con su iglesia dedicada a María Magdalena

No llegaremos a Molinaseca hasta las 13:30H., entramos en la población atravesando el puente sobre el río Meruelo, en el que supongo los peregrinos en épocas de calor se deben dar un buen chapuzón, la verdad es que nosotros tenemos ganas de ducharnos, descansar y también de comer.

Paramos en el Albergue Santa Marina a la salida del pueblo, pues tengo buena información sobre él y la verdad es que no nos defrauda en absoluto. Está muy limpio y bien organizado, nos asignan una amplia y luminosa habitación con diez camas. A nuestra llegada sólo está instalado un chico holandés, con el que también compartimos refugio en Rabanal.

Comemos muy bien en la Posada Muriel, tras tomar café plácidamente damos una vuelta por las calles del pueblo tranquilas y silenciosas en la hora de la siesta,
accedemos a la Iglesia de San Nicolás por una subida empedrada, desde ella podemos admirar la torre de planta cuadrada y construida en sillería, y en una hornacina una imagen de San Nicolás.

Pasamos junto a la Casa del Reloj justo a las dieciséis treinta.
Regresamos al Albergue, allí nos alegra encontrar a nuestros compañeros de Astorga, Toni llega lesionado, ha tenido que acabar la etapa por la carretera que transcurre muy cercana al Camino, no ha sido el único, y creo que lo de la carretera es una buena alternativa en caso de problemas, o de días de lluvia, esperemos que se recupere y mañana pueda seguir.

Damos una larga vuelta por este pueblo, ahora lleno de vida, de calles con casas blasonadas de escudos.

Nos paramos a cada momento para hacer fotos de las típicas casas bierzanas, casa nobles, muchas de ellas nos hablan de su pasado.

Regresamos al Albergue, allí nos sentamos en unos confortables sillones delante del fuego encendido y hacemos tertulia con otros peregrinos, entre ellos los extremeños y el catalán, que están como si nada, ellos se lo toman con muchísima calma, comen por el Camino y suelen llegar tarde a los Albergues, cosa que en esta época del año no supone ningún problema. Hacia las 21:30H, después de cenar, uno tras otro nos vamos a dormir, pues la etapa ha sido larga y mañana hay que continuar.

Es la primera noche que dormimos en una habitación con ocho personas más y la verdad ahora entiendo lo de los ronquidos, es una auténtica serenata, se me escapa la risa, pero no tengo problema, me he llevado una pequeña radio con auriculares, me pongo música clásica y al final termino durmiéndome y probablemente roncando como mis compañeros.

Coste del Albergue: 7 Euros

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Y hoy ...Señales del Camino.


El Camino, en el recorrido que nosotros hemos hecho, está muy bien señalizado y aún así supongo que por despiste, en un par de ocasiones nos hemos confundido y hemos tenido que andar más de la cuenta. Hay señales de todo tipo, flechas amarillas pintadas a mano son las más frecuentes, vieiras, cruces de Santiago, conchas amarillas sobre fondo azul.... Hemos encontrado flechas hechas en el suelo con piedras y también con flores. Las señales las podemos encontrar en cualquier lugar, en muros, piedras, en el suelo o en los lugares más insólitos.

La señalización del Camino comenzó en los años ochenta cuando el párroco de O Cebreiro Don Elías Valiña Sampedro, subido en su viejo Citroen y cargado con botes de pintura amarilla empezó a pintar las famosas flechas amarillas que aún hoy podemos seguir.

Este pionero, "el cura do Cebreiro", como le gustaba que le llamaran fue un auténtico visionario de en lo que se iba a convertir el Camino, fue captando colaboradores para que le ayudaran en la señalización, continuación de estos colaboradores son las actuales Asociaciones del Camino de Santiago que son las que ya desde hace años se encargan de la correcta señalización del Camino.

El Cura do Cebreiro empezó en 1984 la señalización con sus flechas amarillas desde Francia hasta Santiago.

1 comentario:

  1. QUE HERMOSOS LUGARES QUE LINDAS CASAS ES DISFRUTAR DE LA CONSTRUCCIÓN ANTIGUA
    ME GUSTO MUCHO VER ESTAS HERMOSAS FOTOS Y LO DISFRUTE YA QUE EN CHILE SE ENCUENTRAN MUY POCAS CONSTRUCCIONES ANTIGUAS POR SER UN PAÍS SÍSMICO POR CADA TERREMOTO QUE HAY SE PIERDEN ESTAS CONSTRUCCIONES SOLO ALGUNAS IGLESIAS LA VUELVEN A RECONSTRUIR
    SEGUIRÉ MI CAMINO DISFRUTANDO POR ESTAS HERMOSAS FOTOS
    GRACIAS ANGELICA
    http://comidachile.blogspot.com/

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